14 marzo 2006

House

Urgencias, Hospital Central… nunca he soportado las series de médicos. En primer lugar porque soy un poco hipocondríaca, pero también porque pienso que la televisión está para entretener y pasar un rato divertido, no para ver enfermedades, moribundos y gente sufriendo.
Entonces, ¿por qué me gusta el Doctor House? Pues inicialmente me enganchó al comprobar que era igual de borde que mi médico de cabecera (conocido entre sus pacientes por el Dr. Menguele), sólo que House es inteligente, mordaz y además acierta con sus diagnósticos. Odia pasar consulta, se niega a ponerse la bata y es adicto a los calmantes. Pero es el único médico que podrá curarte cuando nadie sabe qué te pasa ni qué hacer contigo.
Cuentan que Hugh Laurie, el actor que da vida a House, estudió en Eton, se licenció en Antropología y Arqueología en la Universidad de Cambridge, ha escrito dos novelas (la primera de ellas, The Gun Seller, fue un gran éxito de ventas, y en estos momentos se encuentra escribiendo el guión para su adaptación cinematográfica) y además es un excelente pianista. Es un actor que proyecta carisma; creo que cuando interpreta a House, si pasas una hora con él en una habitación, sales cojeando.

Ahí van unas cuantas frases del brillante repertorio del Doctor House:
- (a un paciente) "... ¡Está usted naranja, imbécil! y que usted no se dé cuenta, pase, pero si su mujer tampoco ve que ha cambiado de color es mala señal..."
- (Dr. House a un enfermo asombrado al que ha recetado fumar): "Casi todo lo que prescribo es adictivo y peligroso, la diferencia es que esto es legal. Feliz día"
- (House a una residente que le dice que está leyendo un cómic mientras habla con ella): "Y tú estás enseñando las tetas con ese top tan escotado. Oh perdona, creí que era un concurso de obviedades, soy muy competitivo".
- (Junto al quirófano, la amiga de una paciente pregunta a House si es buena señal que la operación haya sido muy corta): "O la intervención ha ido muy bien o se la han cepillado".