08 febrero 2008

¿Existe realmente la amistad femenina...

...o es un subproducto derivado de la necesidad?

Lo cierto es que la pregunta suena terrible, pero vamos a estudiar este fenómeno en detalle.

Entre los 0 y los 12 años, las chicas tenemos esa "mejor amiga" que es nuestra compañera, ídolo y confidente. Pasamos el día juntas en el colegio, nuestras madres nos apuntan a la misma clase de ballet y compartimos hasta el chicle.

Entre los 12 y los 18 comenzamos a funcionar en pandilla. Formamos grupos en los que hacemos promesas de "amigas forever", compartimos primeras borracheras, primeras experiencias con chicos y muchas risas y llantos, a partes iguales.

Entre los 18 y hasta los 30 las mujeres empezamos a tener novio, y eso nos aparta irremediablemente de la pandilla a la que habíamos jurado amor eterno. Unas veces porque las amigas solteras no ven bien que vuelvas al grupo sólo los días que no sales con tu novio, y otras porque tú misma eres incapaz de separarte ni un segundo de tu "fiel amado".

A partir de los 30, cuando descubrimos que nuestro "fiel amado" tenía grandes cualidades, pero la fidelidad no era una de ellas, descolgamos el teléfono en busca de esas amigas que siguen solteras, con el objetivo de que a) nos aguanten todo el rollo de la separación y b) nos podamos incorporar de nuevo a una estructura social que nos permita encontrar otro hombre.

Es triste, pero muchas mujeres usamos a nuestras amigas como vehículo para conseguir novios y una vez conseguidos no llamamos nunca más, salvo para darles la invitación de boda. ¿Alguien ha visto una boda donde no haya una mesa repleta de "amigos"?, ¿cuántas invitaciones habéis recibido de gente que no veíais hace más de 5 años?

A partir de los 60 se produce un fenómeno fantástico, de vuelta casi a la adolescencia. Vemos grupos de mujeres que salen a merendar al Vips, que van al cine o al teatro y que incluso viajan solas, y parecen pasarlo estupendamente. Y no penséis que son viudas o solteras, que en su mayoría son mujeres casadas cuyos maridos se quedan en casa mientras ellas salen a disfrutar de su ocio. Bravo por ellas.

El post ha quedado pelín pesimista, pero la verdad es que yo no me puedo quejar. Sé que tengo grandes amigas pero psssssss… mejor no demos nombres, que ellas no lo saben!!

Descubrimiento musical reciente, para animar la breve semana que comenzamos: