01 septiembre 2006

Supermodelo 2006

Qué divina se pone la gente en los trabajos cuando sale el tema de la televisión... "Gran Hermano??? eso es un programa de tv??? uy, es que yo no veo la tele". Estoy tan cansada de escuchar este tipo de frases tan a menudo, que he llegado a pensar que la gente que me rodea tiene el televisor en casa sólo para colocar sobre él el tapete de ganchillo con el gallo recuerdo de Portugal y la muñeca vestida de gitana. O que una vez que cenan y acuestan a sus retoños se acomodan en sus sillones de lectura para devorar las obras completas de Nietzsche... sí, va a ser eso.
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Es evidente que hay mejores cosas que hacer que ver la televisión, pero a menudo nos salva de esos ratos en los que estás tan cansado que no podrías hacer otra cosa. También te da una alegría el día que llegas a casa sabiendo que ponen tus dos series favoritas (House y Mujeres Desesperadas) que por cierto, a ver si esta temporada no coinciden mismo día y hora.
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Además debo decir que la llegada de Cuatro y la Sexta me ha devuelto un poco la fe en la televisión. Después de años de dura competencia a ver quién era capaz de hacer el programa más cutre, zafio y vergonzoso, estas cadenas han demostrado que se puede hacer otro tipo de cosas. Esperemos que no acabe venciendo la ley de las audiencias, que al final lo único que demuestra es que tenemos lo que nos merecemos.
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Pero de todos los nuevos programas que han surgido en estos últimos meses me quedo con uno: Supermodelos. Y admito que no lo he visto ni un sólo día, pero la publicidad del mismo me tiene loca. Uno puede quedarse perplejo ante su eslogan "la belleza no está sólo en el interior", pero podemos ir más lejos y escuchar la letra de su sintonía: "if you wanna be rich, you've got to be a bitch", que suena repetitivamente mientras chicas escuálidas desfilan en ropa interior. ¿Casualidad?
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